
"El amor es una brisa fresca que entra en una habitación", decía. "Pero insistimos en encerrarlo. Y se convierte en aire viciado". Trató de explicarlo de muchas formas: el amor tiende a convertirse en una institución, en una cárcel, reclamaba. Lo contrario del amor no es el odio, sino el miedo. "Un mundo que se libere de todo tipo de contrato entre hombres y mujeres será absolutamente encantador, maravilloso, nada aburrido, interesante". Por lo pronto, no queda más que amar, afirma. Pero no como nos han enseñado: "Si estás en paz con tus padres, ya has madurado. Te vuelves sereno y natural. Te relajas. Flotas". Perdonar a los padres es todo un tema. A través de ellos la sociedad nos enseña celos, cólera, posesión, falta de espontaneidad, miedo: "Ama, no esperes nada. Lo que necesitas no es aprender los caminos del amor, sino desaprender los caminos del desamor". Y después, Osho advierte: "Si estás enamorado, pensarán que te has vuelto loco". También habla de cómo desenamorarse sin sufrir. Totalmente recomendable.
0 comentarios:
Publicar un comentario