Cuando un niño se ríe a carcajada, una risa que sale del alma, moviliza mucha más la energía en el cuerpo que una serie de intensas actividades deportivas o aeróbicas.... el poder sanador de la risa.
El organismo moviliza sus recursos infinitos de recuperación, cuando el humor se instala y las emociones provocadoras se relajan ante la risa.
Las endorfinas se extienden en el campo de nuestro cuerpo, cuando la distensión y el placer se conectan con el humor y con esta puerta a la libertad del individuo, que empieza cuando uno en lugar de juzgar, ríe directamente
Mucho más si esa risa se auto-refiere, es decir aprender a reírnos de nosotros mismos, el efecto será mucho más positivo.
Una profunda reflexión espiritual de Osho, asegura que la risa detiene a la mente y que por eso viene del corazón, la mente es tramposa y el corazón es sabio.
El hombre es el único ser de la tierra capaz de reírse, cuenta con un mecanismo de la evolución divina en una escala tal que le posibilita detener el tiempo en ese momento y compenetrarse en el motivo de su existencia en esa risa, es la risa de Dios.
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