La mayoría de las personas tienen una tensión innecesaria en su cuerpo debido a sus malos hábitos y al revés de los hábitos que crean esa tensión que deforma la postura, si se toma consciencia de la respiración es un alivio para las diversas enfermedades que comprometen al sistema respiratorio.
El secreto:
Después de arduos años de trabajo con el cuerpo y con el aparato de fonación, se pudo desarrollar los principios de una técnica innovadora en todo el mundo, la cual fue empleada por muchos actores famosos y también en muchas escuelas internacionales de arte.
El descubridor de esta técnica observó que, antes de empezar el acto de hablar, aspiraba el aire abriendo su boca en tal manera que contraía en exceso sus costillas y axial su torso se angostaba, disminuyendo su capacidad respiratoria.
Cuando nos quedamos sin aire, abrimos la boca tensionando en exceso nuestra nuca y su parte anterior, mandíbula, se fuerza hacia adelante o hacia atrás. Esto provoca que el pecho se eleve rigidizando las costillas. Y de esta forma los pulmones tienen menos oxígeno para recibir desde el tracto respiratorio.
Cuando se tensiona en exceso la nuca y/o torso en general, se cierra el espacio para que entre suficiente oxígeno y para que el proceso inspiratorio-espiratorio pueda ser correcto ya que la respiración es un reflejo, sucede por sí mismo. Interferimos con el mecanismo natural de respirar.
Alexander, el investigador, pudo curar sus problemas respiratorios, sino que además dedicó su vida a ayudar a otras personas.
La Técnica Alexander esta basada en la premisa de que las personas crean innecesaria tensión en el cuerpo debido a los malos hábitos, y al revés, el hábitos de moverse y pensar crean esa tensión que deforma la postura.
La persona no es conscientes de cómo respira, actúan en forma automática y de acuerdo a las experiencias de vida de cada uno y desarrollan una forma particular de respirar que no es la adecuada.
Los médicos admitieron que las personas que padecen de asma, gracias a la Técnica Alexander pueden recuperar esa forma de respirar sin elevar los hombros o el pecho, o con esa tensión en la nuca o costillas.
Si se reeduca al cuerpo al punto de potenciar el reflejo respiratorio, se hace en forma natural y más fácil se hará el respirar.
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