¿Cómo estar presentes en los lugares en los que no quisiéramos estar presentes? ¿Cómo estar presentes en los lugares de donde lo único que queremos es huir?
Esos lugares que detestamos son los lugares donde nunca aprendimos a estar, situaciones en las que nadie nos enseñó a estar y antes bien aprendimos a huir de ellos.
Tenemos que desarrollar la capacidad de estar allí nuevamente. Nos imaginamos que es imposible estar en lugares dolorosos y en consecuencia creemos que la única salida es reaccionar: meterse para adentro, atacar, culpar, escapar.
Después de haber vivido muchos años en esta actitud, esos lugares quedaron abandonados. A causa de este vacío de presencia, quedó internamente una especie de agujero negro, hay un pedazo que falta.
Las historias que nos contamos parten de la idea de que si nos metemos en nuestra pena, nunca vamos a salir de ella; si nos entregamos a nuestra tristeza, vamos a quedar atrapados allí. Es peligroso volver a ese lugar, lo imaginamos cubierto de oscuridad, cuando en realidad lo único que hay allí es falta de presencia.
Por eso tenemos que aprender la manera de estar presentes en aquel lugar, porque allí es donde vamos a curarnos a nosotros mismos.
Si podemos estar presentes en ese dolor, donde nunca habíamos estado, comenzaremos a encontrar nuestra fuerza.
Y entonces, otra vez, en el encuentro con nosotros mismos, el encuentro con el otro se hace posible. Estamos los dos presentes. Y de esto se trata.
Jorge Bucay
Fotografía: Erik Almas
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