Medicina simple y efectiva


En 1996 el ingeniero estadounidense Jim Humble comenzó a perfeccionar la aplicación de un suplemento mineral de extraordinarias propiedades para la salud. Tras años de ajuste, perfeccionó la dosificación del clorito de sodio para obtener notables efectos curativos e inmunoestimulantes, a partir de su eficiencia oxidativa en el control de parasitosis tropicales como la malaria. A través de Internet, Humble difunde sus experiencias y transmite abiertamente todo el conocimiento necesario para que todos puedan acceder a este suplemento, dado su bajo costo y alta efectividad.


UE ES EL CLORITO DE SODIO
Se trata de una solución salina con una química muy simple (NaClO2). Al activar clorito de sodio con ácido cítrico, la reacción genera dióxido de cloro (gas). Esta estructura (ClO2) actúa como un fuerte oxidante y desprende todos los electrones que están debajo de pH 7 (acidez). Los patógenos malignos (virus, bacterias, hongos y parásitos) suelen ser anaeróbicos y tienen un pH ácido.
El dióxido de cloro actúa como una “munición” de gran calibre para el sistema inmunológico, ayudándolo a atacar patógenos que normalmente no puede vencer. Esto lo consigue a través de la interrupción de la síntesis proteínica, rompiendo la pared celular del patógeno como si fuese efecto de una explosión.
Por esto el dióxido de cloro es conocido como el más potente asesino de patógenos. Se utiliza como desinfectante en industrias alimentarias, hospitales, frigoríficos, potabilizadoras de agua, etc. Por más de 100 años, clínicas y hospitales han usado el clorito de sodio para esterilizar pisos de hospitales, mesas y equipos; ahora este mismo poderoso eliminador de patógenos puede ser aprovechado por el sistema inmunológico para eliminar, sin riesgos, virus y bacterias causantes de enfermedades.
Es impresionante como el clorito de sodio, cuando se usa apropiadamente, es utilizado por el cuerpo para atacar sólo aquellos patógenos que le causan daño y no afecta a ninguna bacteria útil o célula sana. El clorito también oxida los metales pesados presentes en el cuerpo (mercurio, plomo…) y los venenos (picaduras, tóxicos…), facilitando su posterior eliminación del organismo. Después de dos horas en el cuerpo, el clorito se convierte en sal común (ClNa) y no deja residuos dañinos.
No confundir clorito de sodio con cloruro de sodio (sal de mesa) ni con hipoclorito de sodio (lavandina). Esta última, por ejemplo, acaba con los gérmenes por clorinación y no por oxidación.

COMO SE CONSUME
Básicamente se prepara en un vaso de vidrio, combinando cada gota de clorito con cinco gotas de ácido cítrico. Se mezclan las gotas moviendo el vaso y se espera 3 minutos para que se produzca la reacción. El tiempo de la reacción no debe prolongarse más allá de 5 minutos. Luego se agrega agua y se bebe enseguida. Hay quienes agregan algún jugo de fruta para mejorar el sabor, pero no deben usarse frutas con vitamina C (como la naranja) o jugos con ácido ascórbico (conservante), pues inactivan la reacción.

USO SUGERIDO
Esta forma de utilización es una herramienta más para combatir parásitos, pero debido a su fuerte acción desparasitante, no se lo sugiere como primer elemento de la secuencia, precediéndolo con el empleo de otros recursos. Se realizan dos tomas diarias. Lo mejor es por la noche, antes de dormir y por la mañana, 1 hora después del desayuno. Para que no haya interferencias, siempre dejar al menos 1 hora desde la ingestión de alimentos o 2 horas desde la toma de un medicamento.
Iniciar tomando 2 gotas de clorito (con las correspondientes 10 gotas de ácido cítrico). En cada toma sucesiva aumentar una gota de clorito hasta llegar al tope recomendado, de gota cada 5 kg de peso (15 gotas en caso de 75 kg de peso). Esta relación es aplicable también a niños o animales mascotas.
En caso de advertir nauseas o mareos (umbral de toxicidad debido a la mortandad de parásitos generada), es recomendable reducir 1 gota de clorito en la siguiente toma. Si se presenta una diarrea fuerte reducir la dosis en 2 a 3 gotas o eventualmente suspender la ingesta, prosiguiendo luego con otro desparasitante del repertorio, para volver al clorito más adelante.
Finalizado el tratamiento tras haber llegado a la dosis personal tope, se recomienda seguir con otra herramienta del paquete desparasitante (tinturas, propóleo, arcilla, etc).

INTERACCIONES
No se recomienda usar el clorito conjuntamente con antiácidos, ni con alcohol, pues intensifican su efecto. Del mismo modo, el uso de la vitamina C y otros antioxidantes (como el café), debería alejarse todo lo posible de la ingesta del clorito, pues reduce su efectividad oxidante. El clorito no interactúa con medicamentos; de todos modos se recomienda separar su ingesta al menos 2 horas.

CRISIS DEPURATIVA
Al incrementar la cantidad de gotas demasiado rápido se puede presentar algún efecto desagradable como diarrea y a veces vómito.Esto no es una mala señal; son los síntomas del llamado efecto Herxheimer. El cuerpo simplemente está desechando patógenos muertos y limpiándose en profundidad. La persona se sentirá mucho mejor después de la diarrea, que no es causada por ninguna bacteria o virus, ni es un efecto secundario. No se debe tomar ningún anti diarreico; la diarrea desaparecerá sola cuando los patógenos hayan abandonado el organismo.

EL SABOR DEL CLORITO
Hay muchas personas que desarrollan una aversión al sabor y sobre todo al olor del clorito, pero hay formas de mitigar el problema. Al activar el clorito se libera dióxido de cloro, gas volátil que se percibe fácilmente por las fosas nasales, con un desagradable aroma a desinfectante. Nuestra mente lo reconoce como no grato y el cuerpo se revela.
Para superar esto, basta controlar la respiración, es decir, tomar aire antes de beber y tapar la nariz. También se puede añadir jugo de frutas en vez de agua, lo cual lo hace más soportable a largo plazo. Pueden usarse jugos de manzana, uva o arándanos (no naranja por su contenido en vitamina C), cuidando que no contengan ácido ascórbico (suele añadirse como conservante).

PURIFICANDO AGUA
El clorito de sodio es utilizado por su notable poder oxidante y bactericida, para la purificación de aguas y la desinfección. Para potabilizar agua, basta con agregar 2 ó 3 gotas por litro de agua, agitar bien y dejar en reposo un par de horas, en recipiente destapado, para permitir que se evapore el cloro antes de usar el agua.

PRECAUCIONES
Evitar exponer al aire, al sol ó a fuentes de calor. Evitar inhalar sus vapores. Evitar el contacto con la piel y los ojos. Si ello sucede ó en caso de derrames accidentales, simplemente enjuagar enseguida con abundante agua. Si se deshidrata, el residuo sólido del clorito (polvo) puede dar lugar a reacciones indeseables, como la combustión.


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