Normalmente estamos viviendo un cuento muy extraño en el que trabajas para obtener dinero, esto lo hacemos por muchos años hasta que nuestra salud se va deteriorando por el nivel de estrés y las malpasadas propias de un ritmo de vida ajetreado, pero ya tenemos dinero, entonces viene gastar el dinero para recuperar nuestra salud.
Esta reflexión la leí en un correo electrónico y me ha dado muchas vueltas en mi cabeza y quise plasmarla en mi publicación de esta semana para darle concordancia al tema de hoy.
Hoy en día nos hemos vuelto “Workohólicos”, trabajamos incesantemente para alcanzar un mejor nivel de vida, pero la realidad es que no tenemos tiempo para disfrutar la vida. Nos conformamos con migajitas de tiempo y en ocasiones ese tiempo no es para hacer lo que realmente nos genera felicidad sino para hacer todo lo que no nos dio tiempo de hacer en la semana, en la que estuvimos trabajando.
Yo quiero sugerir un respiro laboral, en el que nos permitamos disfrutar un momento real con nosotros mismos y pensemos en la importancia de la vida y la plenitud de la misma.
En este tiempo te invito a reflexionar claramente cuáles son tus verdaderas prioridades en la vida, y trata de ser totalmente honesto contigo en este aspecto, pues no engañarás a nadie más que a ti mismo, es un trabajo que te permitirá definir mejor lo que en verdad es importante para ti.
Me llama la atención que mucha gente dice: “Mi prioridad es mi familia” Bueno la intención es esa, pero si realmente no pasas tiempo de calidad con ella por estar enfrente de un escritorio, entonces realmente tu prioridad no es tu familia.
Aprende a disfrutar momentos de calidad, situaciones que te aporten algo positivo a ti y a los tuyos
Si en verdad quieres ser una persona mejor, puedes intentar lo siguiente:
- Solicita una reunión para conversar de aspectos que les interesen a todos, preocupaciones, dificultades, miedos, objetivos y planes futuros.
- Dedica un tiempo a hacer algo que te encante, disfruta cada segundo y recuerda porqué esto es importante para ti.
- Preocúpate por tu apariencia, por tu salud y por tus hábitos, esto te ayudará a sentir mejor y a reconocer nuevos objetivos.
- Desconéctate un rato, esto es un ejercicio perfecto, los fines de semana trato de alejarme de todas las preocupaciones que implican al trabajo, al salir de trabajar, realmente sales.
- Si tienes un tiempo para estar con tu familia, no la pases peleando y discutiendo, trata de aprovechar estos momentos para realmente estar.
- Organiza tu tiempo libre e invierte un poquito en tus relaciones personales, siempre es bueno dedicar espacios a las personas que nos ayudan a recordar quiénes somos realmente.
- Recuerda algo muy importante que tristemente es ley de vida: Nadie es indispensable.
Yo trato de mejorar mi vida estableciendo acciones que me hagan sentir bien conmigo mismo y con los que me rodean, disfruto todo lo que hago y trato de no quejarme de nada, mi prioridad es ser feliz y vivir disfrutando la vida con cada oportunidad que exista, reconozco que hay momentos para todo y que la vida se va muy rápido, así que aprovecho cada experiencia, que es lo que realmente alimenta nuestra existencia. ¡Inténtalo nunca es tarde!
Omar Carreño
http://analisisrealista.com
Twitter: @OmarBlogAR
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