“El niño necesita crear otro yo, una careta. Y eso porque
los adultos de su entorno esperan de él algo que no es, requieren un
orden que no es el suyo, unas respuestas a preguntas que no puede
entender, comportamientos cuya estructura ideológica o social no
corresponden en absoluto a su naturaleza instintiva. (…) Entender esto
es el primer paso para desenmascarar esa careta, también
llamada Ego, pero al hacerlo hay que observar una precaución. Esa careta
permitió al niño sobrevivir en su entorno hostil y contradictorio con
su verdadera naturaleza, y por lo tanto es aconsejable a lo largo del
trabajo de ese des-cubrimiento hacerlo dándole las gracias
interiormente. Con amor y gratitud, pero con firmeza, puesto que una vez
hemos descubierto que ya no nos hace falta, entonces hay que quitársela
sin miedo. Aunque también, como seguimos en este planeta no es prudente
ir por el mundo alardeando de habernos quitado la careta, porque vamos a
ser blanco de la ira e incomprensión de quienes aún no saben que llevan
su careta".
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario