Hay quienes aseguran que el dolor es el mejor maestro, cuanto más duelan las cosas, mas se aprenderá de ellas y en realidad es al revés, entre más relajada se encuentra la mente y más desahogada este la persona más sencillo le resultará aprender libremente.
Es esencial conocer si se está sufriendo por el mismo dolor desde hace tiempo o si se han acumulado más cosas, será fundamental identificar el momento de desapegarnos del dolor y debemos "desprogramarnos" para abandonar el dolor. Es preciso sentir el dolor mientras nos ayude a aprender más de lo que nos está pasando, mientras represente una nueva manera de ampliar la visión acerca de nosotros mismos, pero jamás permitas que el dolor se instale en tu vida, ya que puede convertirse en tu acompañante. Ninguna persona desea apegarse al dolor, desapegarse de él sea tal vez uno de nuestros mayores desafíos.
Pero, ¿qué hacemos con el dolor?. primero se debe admitir la necesidad de abandonar un padrón emocional que nos perjudica o enferma a las personas que queremos; pero abandonar la fuente del dolor implica sufrimiento. Esto ordena aprender a hacer duelo o luto, debido a que el proceso de recuperación del dolor nos posibilita vivir de una forma más plena y volver a disfrutar de la vida.
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