Limón y bienestar

El limón se ubica dentro los frutos curativos, preventivos y de gran aporte vitamínico, convirtiéndose en un eliminador de importancia, de toxinas y también un poderoso bactericida. A pesar de que su sabor sea ácido para jugo, sus usos son diversos.

Debemos consumirlo crudo y en jugo y es muy conveniente exprimirlo con su piel solo o mezclado con jugo de naranja, excelente para añadir a ensaladas, verduras, infusiones de plantas y para aplicaciones en la piel.

Con 1 ó 2 limones al día es suficiente, pero una cura de limones puede hacerse durante un tiempo determinado.

El limón posee mucha cantidad de sales minerales, al beber su jugo, los ácidos cítrico y málico son eliminados por los pulmones y los riñones de tal forma que conservamos las sales que colaboran a la formación ósea y a la regulación de agua del organismo.

Uso externo:

Artrosis: las personas que tengan “cristales de ácido úrico”, originados por los niveles altos de esta sustancia en sangre, es aconsejable friccionar y hacer masajes en las articulaciones afligidas con jugo de limón.

Psoriasis: inclusive en casos crónicos, se logran excelentes resultados, porque la aplicación de jugo disminuye el escozor causado por esta enfermedad.

Infecciones en la boca y garganta: aftas, llagas, amigdalitis y faringitis son eliminadas con gárgaras con zumo de limón mezclado con infusión de tomillo y sal marina.

No se recomienda para:

Por su acidez no es aconsejado beberlo en casos de úlcera gastroduodenal, y por su acción astringente en problemas de estreñimiento.

El jugo puro no es aconsejado debido a que al entrar en contacto directo con los dientes, puede dañar el esmalte.

Excelente para todo tipo de piel.

Piel seca: mezclado con aceite virgen de oliva es un tónico ideal para pieles secas ya que regula el exceso de grasa de la piel, puede emplearse para manos y pies resecos o agrietados.

Piel grasa: preparar un tónico astringente con los ingredientes anteriores para pieles grasas, con acné y granos. Mezclados en partes iguales jugo de limón y agua de rosas o de azahar, es antiséptico y elimina todas las impurezas de la piel, restaura el equilibrio ácido de la piel y previene además la aparición de espinillas.