El masaje sensitivo fue creado en California en los años sesenta, el masaje es la herramienta terapéutica más antigua empleada por el hombre para comunicarse y proporcionarse un recurso natural contra el dolor.
El masaje sensitivo está especialmente dirigido, a una persona sana, que no padece una lesión concreta o fatiga muscular por sobre solicitud. Su único propósito es calmar las consecuencias físicas y emocionales que origina el estrés.
Sus objetivos se clasifican en dos:
Proporcionar a través del tacto la sensación de integración de cuerpo y mente, brindando seguridad y aceptación, favoreciendo la liberación de las tensiones físicas, mentales y emocionales.
Desplazar los desechos metabólicos hacia la sangre y la linfa, y que estos dos fluidos lleguen a través de las maniobras de masaje a sus respectivos centros de reciclaje.
El masaje sensitivo trata en la capacidad de adaptación del organismo a la dinámica de la vida cotidiana. Se puede destacar entre estrés beneficioso; y estrés nocivo o distrés: por lo que además a esta técnica se le denomina “Masaje anti estrés”.
Partiendo de esto se debe puntualizar que el tratamiento, sea por masaje o por otro medio terapéutico, se clasifica y define con relación a la indicación y al propósito.
El masaje sensitivo está calificado por calibrar bien la intensidad y que ésta sea utilizada con suavidad, cambios armónicos de cadencia o ritmo, contacto consciente y extenso (maniobras amplias), regulación del tiempo, es un masaje de lento desarrollo y trabajar silenciosamente.
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