“Las personas que, cuando niños, reprimieron sus sensaciones intensas tratan con frecuencia de recobrar, aunque sea por poco tiempo, la perdida intensidad de la experiencia, con la ayuda de las drogas y el alcohol (…) En el fondo de toda adicción, subyace una profunda naturaleza del placer que es eco de una necesidad legítima (…) no hay estado de ánimo sin una base bioquímica. En el cerebro del drogadicto escasean las drogas internas que nos hacen sentirnos normales: felices, serenos, equilibrados y dueños de nosotros mismos…nuestras ansias adictivas os dicen que vuestro cerebro tiene un problema; el hábito es un modo de resolverlo. Aunque el abuso de drogas tiene consecuencias peligrosas, no hay nada de que avergonzarse. No habéis hecho otra cosa que medicaros, tal como el diabético que toma insulina.”
Deepak Chopra
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