Jesús fue un maestro espiritual que tenía discípulos a los que les enseñaba los misterios de la vida para que fuesen como Él diciéndoles: “Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto”. Jesús nos hablo de física cuántica y nos enseño a como aplicar las leyes universales de manera simple y cotidiana para tener una vida abundante. Para eso nos reveló el fruto del árbol de conocimiento, para que comiéramos y volviéramos a la vida eterna. Sin embargo todavía ese fruto está colgando de la cruz esperando que los ojos de la humanidad salgan de la visión de muerte y sufrimiento para leer en su acto de entrega la palabra Libertad. Este libro es el resultado de un estudio de las palabras de Jesús que están en los evangelios canónicos, y han sido complementadas por textos gnósticos, apócrifos y coptos solo para su mejor comprensión. Sus interpretaciones no atentan contra las religiones cristianas si no que las refresca e invita a los lectores a trabajar de manera concreta en su sanación o purificación para adquirir una Conciencia Divina.
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