La fe tiene mucho de salto al vacío, supongo que es una fe parecida a la de las almas cuando encarnan a un recién nacido. Fe en la vida y en el poder de lo que rigen los sentidos del Universo. Entrar con la barca en el río, como diría un Taoista con la mirada hacia delante, confiado en que la corriente sabe por donde ir, aflorando al plano de la conciencia una de las máximas de Lao-Tse: “El agua puede cambiar, pero el río sigue su curso”.
Juan Trigo, en “Encuentro en Irán”
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