La alimentación proporciona al cuerpo los nutrientes que necesita para estar en forma, pero además para vivir.
Las tres principales clases de nutrientes son las proteínas, las grasas y los carbohidratos, brindan energía al cuerpo y le permiten crecer y subsistir; hay que consumirlos a diario y en cantidad considerable para mantener una buena salud.
Pero hay que elegirlos con muy buen juicio y no siempre resulta fácil, puesto que muchas ideas tradicionales han sido modificadas conforme la ciencia ha adelantado en su conocimiento acerca de como el organismo los utiliza.
Hígado: es la fuente natural de hierro por excelencia, es delicioso y le hace muy bien al cuerpo. De todos modos hay que consumirlo en cierta cantidad, porque tiene mucha grasa y el exceso puede ser contraproducente.
Cítricos: si buscan una buena fuente de vitamina C para las épocas en las que el frío hace estragos sobre el sistema respiratorio, los cítricos son la mejor opción. Suben nuestras defensas y nos protegen de los resfriados.
Ajo: el ajo ofrece muchos beneficios al sistema circulatorio y es aconsejado en aquellas personas que presentan un índice de colesterol muy elevado.
Aceite de Oliva: ofrece excelentes beneficios para luchar contra enfermedades que afectan al corazón o a todo el sistema circulatorio.
Brócoli: el brócoli es una verdura deliciosa y que presenta muchos beneficios para el cuerpo humano. Es excelente para proteger el sistema digestivo y cumple un excelente trabajo en la prevención de tumores y otras enfermedades como la diabetes.
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