La arcilla es una herramienta de belleza y salud de la piel del rostro muy destacada.
Es necesario considerar la siguiente información: una limpieza profunda y un peeling muy suave:
Máscara de arcilla blanca, ½ cm de espesor, a la que se le puede añadir (no es obligatorio) infusión de manzanilla. Dejar descansar una hora, luego lavar el rostro y colocar crema nutritiva.
Esta máscara debe hacerse una vez por semana, para usar el poder abrasivo de la arcilla. Si la piel es un poco gruesa, puede realizarse dos veces por semana. Con este tratamiento se obtiene una piel más fina, favorece la renovación celular profunda y borra además las cicatrices.
Problemas de acné:
Colocar todas las noches una máscara muy delgada de arcilla. Dejar alrededor de media hora. Luego lavar y colocar primero una loción para el acné y cuando se seque distribuir la crema nutritiva adaptada al tipo de piel.
Los beneficios:
Filtrar y absorber todo tipo de sustancias tóxicas en los tejidos orgánicos.
Regenera y cicatriza.
Evita la proliferación de microbios o bacterias patógenas.
Anula los desechos nitrogenados y eliminar los ácidos.
Eliminar del agua los malos olores químicos.
Trabaja como desodorante.
Depura la sangre de todos los órganos animando y reactivando sus funciones, ya que mantiene el pH sanguíneo ligeramente alcalino.
Curar y desinfecta algunas afecciones de la piel tales como llagas purulentas hasta eczemas.
Nutrición, revitalización:
Añadir a la mezcla de arcilla con agua, colocar en capa de 1 a 2 cm de espesor. Luego colocar dos algodones que estén embebidos en infusión de té suave, o de hojas de Eufrasia sobre los párpados cerrados y relajarse una hora, escuchar música relajante en el ambiente, apagar todas las luces, encender una varita de aromas para ambientes o vaporizar aceites esenciales.
Ejemplos:
Máscara nutritiva: unir la arcilla con palta, yogurt, aloe, yema de huevo, miel.
Máscara relajante: arcilla mezclada con infusión de tilo, de melisa, manzanilla, aloe, jugo de zanahoria.
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