Las afirmaciones o autoafirmaciones condicionan nuestro inconsciente, “lo programan”. Uno es lo que piensa y si uno se repite afirmaciones con convicción estará predispuesto a actuar en esa dirección. Si uno se repite afirmaciones negativas como “todo me sale mal” está condicionándose en negativo bajo una falacia. Todo el mundo tiene momentos mejores y otros peores.
Si uno se repite afirmaciones positivas a diario, favorece a que esas afirmaciones fortalezcan la autoestima, si uno siente tiene esperanza hace cosas, intenta, persevera, lucha por mejorar. Por el contrario si uno se siente desesperado, no lucha, se estanca, se deja vencer.
El autodominio se logra igualmente con las autoafirmaciones. En el caso de dejar de fumar, terminar unos estudios, aprobar un examen, cerrar un negocio, seguir una dieta, el hecho de practicar afirmaciones puede fortalecer nuestra voluntad. Las autoafirmaciones lograrían frenar muchos impulsos automáticos que tenemos, y todo porque las autoafirmaciones nos ayudan a mantener mayor autocontrol.
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