El perdón es el cambio y limpieza de los pensamientos negativos, de tal forma de poder alinearnos con nuestra verdad, con lo que somos, poder disfrutar el presente y ser creativos, para un mejor futuro.
Es la liberación porque mientras estamos anclados en el resentimiento nuestra mente y nuestra energía están puestas en el pasado; de tal forma que la libertad creativa está presa allí, el resentimiento no nos posibilita crear, producir.
El perdón no quiere decir que los demás no van a tener que asumir la responsabilidad por sus actos. El perdón es descubrir el aprendizaje, la enseñanza; por qué yo atraje esa persona o situación a mi vida, para algo yo lo atraje y trabajando con el perdón yo libero y dejo partir el resentimiento, la rabia, la desesperanza, la depresión.
Cada vez que sintamos que tenemos poca energía, vamos a liberarlo. Tomamos papel y lápiz y empezamos a escribir todo eso que estamos sintiendo.
Podremos liberarnos cuando nosotros soltemos la culpa, acusación, suposiciones. Pasamos mucho tiempo suponiendo. “¿Será que me dijo esto por aquello o lo otro?, ¿Qué hubiera pasado si…?”, Vamos a dejar las suposiciones.
Podremos liberarnos cuando dejemos los juicios, primero los juicios a nosotros mismos, porque con la misma vara que midas también serás medido; es decir, lo mismo que yo observo en el otro lo veo en mí. Y eso es un juicio.
Dejar partir la culpa, es un medio de liberación. La culpa no es positiva. Es importante dejar atrás las expectativas, porque cuando nosotros tenemos muchas expectativas de las cosas tendemos a decepcionarnos porque las cosas no salen como lo en realidad esperábamos.
Debemos conectarnos con los pensamientos de amor porque son lo que nos van a dejar libres para poder lograr esos sueños que hemos soñado y poder crear esa vida que en verdad nos merecemos.
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