¿Alguna vez has escuchado hablar del Slow Travel? Normalmente estamos acostumbrados a realizar los viajes tradicionales, donde visitamos diferentes lugares, probamos la comida típica y aprendemos acerca de la cultura local. La propuesta que trae el Slow Travel es una muy diferente y busca acercarnos a los lugares de una manera muy peculiar.
El Slow Travel se encuentra dentro de las tendencias del “slow”, así como lo es el “slow food”. Pero, ¿De qué trata el Slow Travel? La idea es que para conocer lugares nuevos y poder hacernos una idea de cómo es la cultura local, es necesario tomarnos un tiempo para visitar algún lugar. Hasta aquí puede que la propuesta no suene diferente, sin embargo es importante mencionar que no es necesario ver todos los lugares que suelen encontrarse dentro de los tours o guías turísticas; sino que lo que se debe hacer es dedicarse a llevar a cabo las actividades comunes que los habitantes locales realizan.
Slow Travel significa andar o caminar sin rumbo, disfrutando en cada momento las calles y descubriendo lugares que no se encuentran incluidos dentro de los libros turísticos comunes. Disfrutar de la buena comida o conversar con las diferentes personas que se cruzan en tu camino; ingresar a los bares y observar todo aquello que te rodea. Verás como se convierte en una excelente manera de aprender del lugar y su gente.
Esta nueva tendencia que está siendo utilizada por diferentes personas, no es sólo iniciativa de alguien en particular, sino que muchas empresas también les están recomendando a sus empleados tomar este tipo de vacaciones. Las empresas consideran que es importante descansar del trabajo por un tiempo, para luego poder retomarlo con la mejor actitud y predisposición. En la actualidad, ya se pueden encontrar diferentes agencias de viajes que se especializan en los recorridos “slow”. 
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