Embarazo y sexualidad


La llegada de un nuevo miembro a la familia, es un momento en la vida que, vivido conscientemente hará crecer a ambos miembros de la pareja. La mujer sufre cambios en su cuerpo que, tiene que asimilar sin temores de perder su atractivo y el desinterés de la pareja.
A su vez, los cambios hormonales provocan efectos dispares sobre la libido. Para el hombre, es importante conocer todos estos fenómenos normales en el embarazo y, mostrarse lo más paciente, tierno y romántico posible.

Mitos y realidades del sexo en el embarazo

    Entre los muchos mitos sobre el sexo y el embarazo, cabe destacar:
  • El sexo durante el embarazo puede ser perjudicial y doloroso.
  • El coito puede dañar al bebé.
  • El bebé es consciente de que se están teniendo relaciones sexuales.
    Sin embargo, la realidad es que:
  • El sexo durante el embarazo es seguro tanto para la madre como para el bebé, siempre y cuando el especialista médico no aconseje lo contrario.
  • El bebé se desarrolla en el interior del útero materno, bien protegido dentro de una bolsa llena de líquido amniótico, y ajeno a la sexualidad de sus padres.

El embarazo y el deseo sexual

Los cambios hormonales que se producen en el embarazo provocan también cambios en el deseo sexual.

Para algunas mujeres el deseo de tener relaciones sexuales es mayor que antes de quedar embarazadas.

Otras mujeres experimentan un deseo que va y viene durante el embarazo. Todos estos cambios son normales y cada mujer los irá descubriendo durante las distintas etapas del embarazo.
  • Primer trimestre: durante los tres primeros meses del embarazo con los cambios físicos, el cansancio y las náuseas es normal que disminuya el interés por el sexo.
  • Segundo trimestre: las náuseas, fatiga y malestar por lo general han desaparecido. El útero está creciendo pero aún permite tener relaciones sexuales cómodamente. El mayor flujo de sangre circulante y concentrada por debajo de la cintura favorece para muchas mujeres la capacidad de tener orgasmos.
  • Tercer trimestre: en los últimos meses de embarazo, las dimensiones del abdomen y la preocupación por el parto y la llegada del bebé ocasiona un menor interés por el sexo. Se pueden buscar otras formas de intimidad de pareja sin llegar a tener relaciones sexuales.

Sexualidad sana, embarazo feliz

Los cambios físicos que sobrevienen con el embarazo hacen que las parejas deban cambiar sus técnicas y posturas sexuales. Las posiciones recomendadas son por lógica aquellas en la que no se descargue el peso sobre le abdomen de la mujer tales como las laterales y, las que a la mujer le permiten un control total de la penetración.
Es imprescindible extremar la higiene de ambos, pero especialmente del varón, para evitar la entrada de gérmenes que puedan alterar la flora vaginal normal.
En general, no hay ningún impedimento para continuar con las relaciones sexuales durante el embarazo. Solo hay que tener en cuenta cualquier situación indicadora de algún problema como puede ser la pérdida de sangre, por lo que se recomienda consultar inmediatamente al médico.

¿Embarazados y amantes?

El embarazo es un buen momento en la vida de la pareja para explorar otras formas de sexualidad, nuevas maneras de satisfacerse mutuamente fuera del coito. El placer sexual no solo se delimita a los genitales, éste es una buena oportunidad para que la pareja conozca toda la potencialidad erógena de otras zonas de su cuerpo.
Es importante mantener una buena comunicación y no perder nunca el sentido del humor, hablando con la pareja abiertamente y desde la afectividad que los une para que la felicidad común sea el objetivo a alcanzar.

¿Cuándo empezar a tener relaciones sexuales después del parto?

Normalmente, se necesitan mínimo 4 semanas después del parto para que el cuerpo de la mujer se recupere del embarazo y el parto. La mayoría de las parejas reanudan su vida sexual durante el primer año de vida del bebé.

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